Cómo Limpiar Almejas
Vamos a explicar cómo limpiar almejas. Un sencillo truco de cocina que se puede aplicar de igual modo a la limpieza de berberechos, navajas, mejillones, coquinas, vieiras, zamburiñas y otros moluscos bivalvos.
Aunque para su consumo humano deben pasar obligatoriamente por una estación de depuración, es más que frecuente encontrar restos de arena que resultan bastante molestos a la hora de comer.
La almeja funciona como si fuera una pequeña depuradora. Absorbe agua del mar, asimila los nutrientes contenidos en ella y desecha todo lo demás. Al habitar en el fondo arenoso de aguas poco profundas, playas o rías, también aspira arena o tierra.
Si en el momento de su captura mantiene en el interior de su organismo parte de esas impurezas y no somos capaces de eliminarlas, acabarán en nuestro plato. Y creo que todos conocemos la desagradable sensación que produce masticar arenilla.
Procedimiento para Limpiar Almejas
- Agua del grifo
- Sal gorda
De entre los innumerables métodos, algunos más o menos "pintureros", que he probado para limpiar moluscos, te muestro es el que mejores resultados me ha dado:
- Sumergimos las almejas en agua dulce bien fría SIN SAL, en un recipiente adecuado.
- Las introducimos en la nevera al menos durante tres horas.
- Pasado el tiempo, las sacamos del frigorífico y añadimos abundante sal, con lo que se abrirán al notar la salinidad del agua para intentar alimentarse. En ese momento veremos como empiezan a soltar sus sedimentos (digamos que se "autodepuran") que irán cayendo al fondo y enturbiando el líquido.
- Las sacamos con la mano, de una en una o de pocas en pocas, y siempre "de abajo hacia arriba", procurando no agitar demasiado para no volver a recoger otra vez los residuos no desados.
Por último, las pasamos por el chorro de agua fría y ya las tendremos listas para cocinar.
Espero que este truco te resulte útil y, como siempre, no olvides escribir aquí tus comentarios.
¡Que las disfrutes!
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