Garbanzos con Callos: Cocina Rápida

callos con garbanzos

Hoy cocinaremos unos Garbanzos con callos de una manera rápida y sencilla. Garbanzos ya cocidos de bote y callos de lata. Más simple, imposible.

Esto sí que es cocina rápida. Abrir un par de latas y listo. Claro está que lo "tunearemos" un poco para darle el toque casero. No todo iban a ser en este blog elaboraciones con cocciones largas y prolongadas.

Imaginad el típico día frío, con viento y lluvia, donde lo que más nos apetece es uno de esos platos tradicionales "de cuchara", reconfortante y calentito.

Otras veces sufrimos uno de esos "días tontos" en que, por falta de tiempo, de ganas, de previsión o de todas ellas juntas, llegamos a casa y no tenemos nada que echarnos al gaznate. Y si lo tenemos, como que "no nos llama".

Aquí te muestro una posible solución, aunque existen otras muchas similares...

Receta de Callos con Garbanzos

Es evidente que los callos enlatados, salvo alguna honrosa excepción difícil de localizar, no son ni de lejos parecidos a los caseros. Es decir, que comerlos tal como vienen resulta, digamos, pobre.

Y también tenemos la intuición, más que nada por su "lánguido" aspecto, de que a los garbanzos cocidos de bote, pese a venir en su punto, les falta algo de "acompañamiento". Engullirlos tal cual, sin nada más, puede ser incluso más triste que lo anterior.

Así pues, desde aquí vamos a intentar que la tristeza se convierta en alegría.

LOS INGREDIENTES (4 px)
  • 1 bote de Garbanzos cocidos
  • 1 lata de Callos cocinados
  • Chorizo y/o jamón
  • Tabasco, guindilla seca, o cayena
  • Pimentón dulce y/o picante al gusto
  • Pulpa de pimiento choricero (opcional)
  • Sal (sólo si es necesaria)

Esta vez sin delantal ni nada, ¡a pelo...!

  • Abrimos la lata de callos procurando no cortarnos (importante) y los volcamos en una cazuela adecuada.

  • Destapamos el bote de garbanzos y se lo agregamos a lo anterior con su agua de cocción y todo. Esta vez, el peligro de cortarse es menor ya que suelen venir con tapa de rosca. Aunque cosas más raras han visto mis ojos...

  • Ponemos el puchero a fuego muy lento para que no se pegue el condumio.

  • Descorchamos una botella de vino y partimos unas ronchas de chorizo. Bebemos un buen trago "a nuestra salud" y nos trapiñamos alguna rodajita con un cuscurro de pan. Para ir abriendo boca...

  • El resto del embutido, ya en lonchas, lo ponemos en un platito en el microondas durante 20 segundos y después lo juntamos al guiso. Si queremos, en vez de chorizo, podemos emplear unos taquitos de jamón de esos que ya vienen cortaditos. O ambas cosas. Al gusto.

  • Añadimos unas gotitas de Tabasco, sin pasarse, o un par de cayenas o unas rodajas de guindilla seca. Espolvoreamos una cucharadita de pimentón y, si disponemos de ello, una buena cucharada de pulpa de pimiento choricero, que le dará un toque "casero" estupendo.

  • Dejamos a fuego suave unos 15-20 minutos, moviendo de vez en cuando para que no se agarre al fondo.

  • Probamos y, caso de estar soso, salamos con moderación aunque no suele ser necesario... ¡y listo!

  • Barrita de pan, botella de tinto, una cuchara... ¡y a comer!. Y si es en buena compañía, mejor.

Dadas las circunstancias, obtendremos una receta bastante digna. Caso de no tener garbanzos, por ejemplo, los sustituimos por alubias blancas cocidas y los callos los podemos cambiar por una lata de carne guisada, restos de un estofado del día anterior, o lo que tengamos a mano.

¡Imaginación al poder!

Dedicado a todos los "rodríguez", a los hijos que se quedan solos en casa, y a los estudiantes independizados. ¡Va por ellos!

¡Buen provecho!

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